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Estoy lejos de ser una persona a la cual acudir en lo que respecta a la dieta. La dieta fue mi mayor desafío durante mi jornada a través de la enfermedad hepática y sigue siendo el caso después del trasplante. Me gusta comer y me encanta la comida italiana… los viejos hábitos son difíciles de romper. No he probado la dieta cetogénica o el cardo mariano o cualquier otra cosa que recomiendan muchas personas. Esas cosas funcionan bien para muchas personas, así que no las estoy criticando. Pero mi enfoque, con cierto éxito limitado, siempre ha sido más simple… reducir el tamaño de las porciones y tratar de mantenerme alejado de las cosas azucaradas que saben tan bien.
Recientemente tuve la oportunidad de hablar sobre la dieta y muchos otros temas con un especialista en hígado graso en UPMC aquí en Pittsburgh. Una cosa que me dijo que encontré fascinante fue que perder el 10% de peso corporal, independientemente del peso real, era lo mejor que podía hacer para combatir y revertir la enfermedad hepática.
También discutí con él si las dietas más esotéricas eran la forma preferida de perder peso. Me animó escucharlo decir que los consejos dietéticos pueden ser bastante simples.
Solo con dejar el azúcar, incluyendo:
Esta lista no la originó él y, en este momento, la identidad del creador está enterrada en lo más profundo de la historia de Internet. Pero esta lista me tocó la fibra sensible y apeló a mi sentido del humor de segundo año (Él dijo MIERDA… risita risita). También es muy fácil de recordar y es mi nuevo mantra dietético.
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