GUÍA DEL PACIENTE SOBRE EXÁMENES NO INVASIVOS (NIT)

El diagnóstico y seguimiento de la enfermedad hepática puede resultar confuso para los pacientes. Si bien la mayoría de nosotros hemos oído hablar de las biopsias de hígado, no todos conocen la variedad de los exámenes no invasivos que se utilizan actualmente.

Aunque durante mucho tiempo se consideró la norma de oro para diagnosticar la enfermedad hepática, la biopsia hepática invasiva es un procedimiento desagradable que conlleva su propio conjunto de riesgos. Además, hay estudios que indican que una biopsia puede no ser más precisa que las pruebas no invasivas. Nuestra experiencia es que nadie quiere una biopsia de hígado. A continuación una lista de algunas razones por las que es posible que no desee tener una:

• Una biopsia de hígado solo analiza una pequeña porción del hígado; la enfermedad hepática no es necesariamente uniforme en todo el hígado, por lo que es posible que en realidad no represente la salud general del hígado
• Puede ser útil para un diagnóstico inicial, pero generalmente inadecuado para monitorear una condición a lo largo del tiempo
• Puede ser dolorosa
• Existe el riesgo de una infección
• Puede causar hemorragia
• El proceso lleva mucho tiempo y requiere que alguien acompañe al paciente.
• Existe variación en la interpretación de los resultados.

Entonces, ¿por qué es la norma de oro? Bueno, por un lado, la FDA requiere una biopsia para medir los puntos finales en los ensayos clínicos. Con suerte, eso cambiará con el tiempo a medida que aumente la evidencia con respecto a la utilidad y precisión de las pruebas no invasivas. Además, es la única prueba que analiza directamente muestras de tejido. Eso proporciona ventajas histológicas.

El propósito de esta página es brindar una comprensión general desde la perspectiva del paciente de las NIT que se usan actualmente y las circunstancias en las que se usan actualmente. Esto facilitará las conversaciones informadas con su médico sobre las alternativas disponibles para detectar y controlar posibles enfermedades hepáticas.

Las NIT tienen un papel importante y creciente en la detección, estadificación y seguimiento de la enfermedad hepática. Se aconseja su uso si se tiene alguno de los factores de riesgo (diabetes, obesidad, hipertensión arterial, etc.) asociados a la Enfermedad del Hígado Graso No Alcohólico (NAFLD) o a la Esteatohepatitis No Alcohólica (NASH). El objetivo es detectar la presencia de esta enfermedad y controlar su evolución. La mayoría de las personas no verán que su enfermedad progrese a una etapa grave, pero cualquiera que esté en riesgo debe controlar la salud de su hígado.

Las pruebas o análisis se dividen en dos categorías generales: 1) análisis de sangre o suero o 2) tecnologías de imágenes. En general, los análisis de sangre se realizan inicialmente para pacientes que tienen alguno de los factores de riesgo o experimentan síntomas. Nuestra experiencia es que estos análisis no se realizan en el curso normal del negocio y es posible que deba solicitarlas a su médico. Si estas pruebas indican un problema, el siguiente paso es proceder a la toma de imágenes. Esto suele comenzar con la derivación a un especialista y la realización de una ecografía. Si se indican problemas, la progresión sería hacia tecnologías de imágenes más sofisticadas donde los técnicos y los doctores pueden ver la apariencia y las características del hígado.

La siguiente tabla proporciona una guía general sobre el uso de las diversas formas de pruebas no invasiva

Las siguientes tablas ofrecen una orientación general sobre el uso de las distintas formas de pruebas no invasivas. La primera tabla describe las pruebas de suero o sangre. La segunda describe las pruebas de imagenes.

Pruebas de suero / sangre

Diagnóstico por medio de imagenes