Controlar su peso, hacer ejercicio y seguir una dieta saludable son importantes para mejorar la salud de su hígado. También es importante limitar el consumo de alcohol y abstenerse de fumar y tomar medicamentos en exceso.

Si cree que puede estar en riesgo de tener hígado graso, pídale a su médico de atención primaria que ordene pruebas de función hepática. Estos análisis de sangre, a menudo denominados panel hepático, generalmente buscan niveles anormales de alanina transaminasa (ALT), aspartato aminotransferasa (AST), fosfatasa alcalina (ALP), albúmina y bilirrubina. Los resultados anormales en cualquiera de esas pruebas deben dar lugar a pruebas u orientación adicionales.

Los médicos de atención primaria también pueden ordenar un análisis de sangre llamado FibroSure. Esta es una prueba de biomarcadores que utiliza los resultados de seis análisis de suero sanguíneo que, junto con la edad y el sexo del paciente, se utilizan para generar una puntuación que predice la enfermedad hepática.

Esta es un área de mucho interés para aquellos involucrados en la salud del hígado no alcohólico. Los mismos análisis de sangre usados en el diagnóstico de NAFLD también se usan para NASH. Históricamente, la biopsia hepática ha sido proclamada como el “estándar de oro” del diagnóstico de NASH. Existe una serie de desventajas para una biopsia, incluido el costo, el riesgo de infección y posibles errores, ya que la muestra de hígado puede no ser representativa de todo el hígado (p. ej., la enfermedad puede no estar presente en todo el órgano). A pesar de estas desventajas, se requiere una biopsia de hígado en los ensayos clínicos para el desarrollo de medicamentos NASH según las indicaciones de la FDA.

Existen actualmente muchos avances en el área de las pruebas no invasivas. Entre las pruebas que se utilizan actualmente se encuentran las resonancias magnéticas y pruebas similares y el FibroScan (utilizado para medir la rigidez del hígado). El fibroscan es cada vez más popular entre los hepatólogos.

A menudo, los médicos usarán “todo lo anterior” para hacer su diagnóstico.

NAFLD es una enfermedad del hígado graso no alcohólico que no es causada por el alcohol, y que presenta poca o ninguna inflamación. Cerca de 100 millones de estadounidenses padecen NAFLD. De ellos, hasta 25 millones tienen NASH. NASH significa esteatohepatitis no alcohólica y ocurre cuando el hígado se inflama y existe daño a las células hepáticas. A medida que la enfermedad progresa y el tejido cicatricial afecta la capacidad del hígado para funcionar, puede ocurrir cirrosis.

Es de vital importancia tener un hígado sano. Su hígado es el órgano que más trabaja en su cuerpo y realiza más de 500 funciones. Las funciones importantes incluyen el procesamiento de alimentos y bebidas en nutrientes y la eliminación de toxinas del cuerpo. Cuando el hígado falla, la persona muere.

Una pequeña cantidad de grasa en el hígado es normal. Sin embargo, cuando más del 5% al 10% del hígado está infiltrado por grasa, se produce la enfermedad del hígado graso. Esto generalmente se conoce como enfermedad del hígado graso no alcohólico para distinguirlo del hígado graso causado por el consumo excesivo de alcohol.

Manténgase atento a su situación mediante análisis de sangre regulares. El hígado es un órgano que perdona; es el único órgano que puede regenerarse a sí mismo. La enfermedad del hígado graso se puede revertir a través de cambios en el estilo de vida. Sin embargo, si no se toman medidas, puede provocar una enfermedad hepática grave, como cirrosis, y, a medida que la cicatrización empeora, es posible que se necesite un trasplante. Los cambios en el estilo de vida son críticos. Visite nuestra página de Nutrición para obtener más información sobre cómo mejorar su dieta.